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Eneatipo 2

Eneatipo 2

El Eneatipo 2 es conocido cómo el ayudador, el altruista, el generoso… personas amables y serviciales de los demás, generosas y complacientes. Muy cariñosos, considerados y atentos.

Las personas con el Eneatipo 2 buscan sentirse valiosas, mediante la elaboración de actividades que ayuden a los demás. Son personas con gran paciencia, capaces de dar comprensión y afecto ilimitado a sus seres queridos, cuando están sanos, sin esperar una contrapartida de ningún tipo.

Son personas cálidas, capaces de formar un hogar a su alrededor, en cualquier situación o circunstancia. Otorgan esa sensación de familia, una figura más materna que paterna, que está al cuidado de los desdichados y necesitados de una ayuda desinteresada.

Crean vínculos emocionales que son importantes para ellos. En calidad de estos, pueden anteponer los demás a sí mismos, sacrificándose por los demás. Esto provoca que muchos Eneatipos 2, que no están completamente sanos, encierren resentimientos que no son capaces de reconocer.

Niveles de Desarrollo del Eneatipo 2

En un estado sano, el Eneatipo 2 es capaz de cuidar de sí mismo y de amar incondicionalmente a los demás. Sienten una mayor alegría, afecto y empatía, teniendo una imagen propia muy positiva. Apoyan a los demás de forma desinteresada, mostrando una gran comprensión y humanidad.

En un estado de salud medio, desean caer bien a los demás e intimar con ellos. Quieren halagar a las personas mediante halagos, deleitando los caprichos de los demás. Quieren convertirse en el objeto del afecto de quienes le rodean y para ello, se entrometen en sus vidas sin el permiso de los otros. Cuándo los demás se sienten molestos con su actitud y se distancian de su intromisión constante, suelen llamar la atención, manipulando a los demás mediante quejas constantes o recordando todo lo que han hecho «desinteresadamente» por ellos y cómo ha mejorado sus vidas.

En el peor de los estados mentales, se engañan a sí mismos diciendo que los demás son unos desagradecidos que no han sabido valorar correctamente todas las cosas que han hecho por ellos. El Eneatipo 2 se convierte así en el Dios del victimismo: una persona atormentada, sufrida y carente del afecto de desea, que busca inconscientemente interpretar el papel de mártir para obligar a sus cercanos a que le atiendan y volver a atraparlos. Se vuelve extremadamente dependiente de la atención de los demás.

Cómo mejorar

El Eneatipo 2 debe mejorar dándose cuenta de que deben cuidar, ante todo, de sí mismos y que sólo desde esa posición, podrá ayudar realmente a los demás. El verdadero amor no consiste en retener a personas a tu lado, no consiste en poseer o devorar al otro, sino de dejarles libres y dejar que sean estos los que te acepten libremente.

El Eneatipo 2 mejorará cuándo se de cuenta de que las cosas que hace por los demás normalmente se basan en un fin egoísta. Cuándo descubren que su comportamiento está muy alejado del concepto que han tenido de sí mismos. Esto puede suponer un enorme shock para ellos, siendo el Eneatipo 2 uno de los que más dificultades muestran a la hora de aceptar su verdadera naturaleza.

Estas personas deben aprender a no preocuparse sobre qué piensan los demás de ellos, a aceptar el cariño que los demás le ofrecen por propia voluntad. También a establecer unos sanos límites, apoyando a los demás, sin involucrarte en sus problemas. Eso hará que las personas de tu entorno te acepten y valoren cómo deseas, porque les darás el cariño y amor que ansían cuándo realmente requieran de tu ayuda.

La soberbia del Eneatipo 2

Los Eneatipos 2 suelen elogiar a la gente, hacer que los demás se sientan mejor consigo mismos. Aunque ellos se convencen de que lo hacen sólo para ser amables y hacer sentir mejor a los demás, su verdadera intención oculta es recibir de vuelta algún elogio que le permita comprobar si los demás le tienen o no la misma estima.

El eneatipo 2 tiende a ofrecer ayuda porque él no lo necesita. Le da importancia ayudar a los demás, negando sus propias necesidades. Cuándo un amigo o familiar les hace una sugerencia, si no se encuentra sano, el Eneatipo 2 suele responder con gran soberbia, de forma defensiva, dejando claro que no tiene necesidades ni problemas.

Para demostrarse que es así, recurren a expresar sus necesidades de forma velada, para que sean los demás quienes se den cuenta de lo que necesitan sin necesidad de expresarlo abiertamente. Si tienen problemas, temen quedarse solos: que los demás no respondan de la misma forma que ellos y por ello, ante los problemas ajenos están siempre presentes. Para intentar que los demás le correspondan. En el caso de que no sea así, de que los demás no cumplan con sus exigencias, nace el resentimiento por haber prestado una ayuda, que en la mayoría de los casos, ni siquiera fue pedida.

Y es que el papel social del Eneatipo 2, deseoso de ser el mejor amigo de todos, ser el familiar más necesitado por los demás, tener la relación más verdadera con todos las personas de su entorno, dedican a los demás gran parte de su día. Invertir tanto tiempo en los demás esperando que ellos se sientan agradecidos y les devuelva el favor, la atención y el amor que les dedica.

Buscando el cariño constante

El Eneatipo 2 busca sentirse amado en todo momento, por lo que lo demuestran continuamente: una caricia, un fuerte abrazo, haciéndote un gran favor… Si es útil a las personas de su entorno, éstos le querrán más. Lo que pasa es que nada suele resultarles suficiente: siempre quieren que los demás le demuestren más afecto, por lo que cuándo reciben el cariño desinteresado de otros, no saben valorarlo debidamente, ya que le es insuficiente.

Tiene detalles hacia las personas de su entorno con la intención de recibir una contraprestación: hacen obsequios a otros para forzar que otros se lo hagan de vuelta. Son grandes elogiadores y seductores, pudiendo llegar a ser muy efusivos y a veces, puede suceder que no sepan respetar los límites. Cualquiera puede sentirse sorprendido cuándo el Eneatipo 2, con quien apenas tiene confianza, siente un profundo interés hacia ellos. 

El problema es cuando traspasan los límites de los demás, haciendo preguntas desafortunadas sobre temas personales o íntimos del otro. A veces, también insisten en imponer su compañía a los demás y elaborar planes de su interés de forma continua. La reacción será la contraria: los demás se sentirán invadidos y huirán de su compañía, proporcionando al Eneatipo 2 la excusa perfecta para mostrarse victimista.

Devorar al otro

El Eneatipo 2 desea ser el salvador de todos: se esfuerza en ayudar a los necesitados y en muchas ocasiones, sus profesiones están destinada a ellos: trabajadores sociales, médicos y enfermeros, psicólogos en centro de ancianos, jóvenes o adictos a alguna sustancia…

En los casos más extremos, se crea la relación de dependencia, intentando poseer a los demás que han recibido su generosa ayuda desinteresada. Cuándo el otro se siente agobiado, sigue ejerciendo presión sobre él, recordándole cuánto ha hecho por él en sus momentos de necesidad, buscando ejercer un control sobre ellos. Se creen imprescindibles para el otro y cuándo éstos se alejan, los tratan de ingratos e interesados.

Entonces, el Eneatipo 2 puede llegar a sentirse enfermo, débil, agotado… entonces se victimiza, contando a los demás lo mal que se encuentran y se estresan hasta provocarse problemas con el estrés o la ansiedad, con la esperanza de provocar el interés y el cariño de quiénes tiene miedo de que se alejen.

Cómo desarrollarse siendo Eneatipo 2

  • Debes comenzar a reconocer el afecto de los demás aunque no sea de la forma que anhelas. No puedes controlar cómo los demás te ven, o te quieren, o la manera que eligen para manifestar su afecto.
  • Respeta los límites que los demás necesitan: no te involucres en los problemas ajenos: ofrece ayuda de forma desinteresada sin esperar que te elogien por ello. Verás cómo te lo agradecen.
  • No puedes caer bien a todos ni todos quieren ser tus amigos. No todos quieren formar parte de tu vida. Porque tengas interés en alguien, no significa que esa persona lo tenga en ti. Y no vales menos por eso.
  • Intenta no halagar a las personas continuamente para caerles bien. Conseguirás todo lo contrario. No necesitas mostrarte tan amable y servicial para caer bien.
  • Sé consciente de que ayudas a los demás de forma interesada. Siempre buscas algo a cambio de forma inconsciente: ser más querido o respetado.
  • No estás aquí para ser el salvador de nadie. Debes convertirte en tu propio salvador.
  • No invadas al otro: respeta el tiempo que necesita para distanciarte de ti si se siente abrumado. Deja que los demás desconecten de ti. Quien te aprecie realmente, siempre vuelve.

Flechas del Eneatipo 2

Las flechas del Eneatipo 2 se dirigen hacia el Eneatipo 4 y hacia el Eneatipo 8. Según la teoría clásica de las flechas, en momentos de estrés o de máxima tensión, el Eneatipo 2 puede usar su flecha hacia el Eneatipo 8. En cambio, cuándo busca superar sus defectos de forma consciente y coherente, los Eneatipos 2 mejoran desarrollando su flecha de integración hacia el Eneatipo 4.

La flecha de desintegración del Eneatipo 2 hacia el Eneatipo 8 en momentos de estrés y tensión, de forma inconsciente, les dará más energía y dureza, haciendo que sus reproches hacia los demás sean más fuertes. Se vuelven controladores o intimidadores de las personas con las que convive, a la vez que justifican su comportamiento victimizándose a causa del desapego y falta de agradecimiento de los demás. Pueden imponerse por la fuerza, provocando situaciones desagradables para los que le rodean.

La flecha de integración del Eneatipo 2 hacia el Eneatipo 4 es un verdadero desafío para ellos, ya que deben realizar esta actitud de forma consciente. La influencia del 4 les hace profundizar más en su interior, olvidarse de las necesidades de los demás y replantearse que es lo que ellos realmente necesitan. Empiezan a conocerse a sí mismos y a cuidarse, entregándose a actividades que a ellos les hace feliz. Pueden abundar las actividades más creativas gracias a la influencia positiva del Eneatipo 4. Aprenden que no es egoísta, además de muy necesario, dedicarse tiempo a uno mismo.

Clasificación del Eneatipo 2

Triada del sentimiento: Junto al 3 y al 4, el Eneatipo 2 forma parte de la triada del sentimiento, predominando el corazón al cuerpo y a la mente. En este caso, su imagen está proyectada hacia afuera: nos encontramos ante individuos que buscan la buena opinión de los demás para reafirmarse ellos mismos. Cuánto mejor rodeado se sienta y mejor sentimientos capte de los demás, mayor será su autoestima.

Grupo horneviano de los sumisos: El Eneatipo 2, junto al 1 y al 6, forma parte del grupo de los dependientes o sumisos. En este grupo, los Dos buscan atender las necesidades de los demás, que necesitan su guía y ayuda.

Grupo armónico de actitud positiva: Junto al 7 y al 9, forman parte del grupo de actitud positiva: da importancia a su propia imagen y en sus buenas intenciones, evitando percibir sus propias necesidades y su frustración personal. Le da mucha importancia a las necesidades de los demás, ignorando las propias. Eso le hace evitar el dolor o los sentimientos negativos que le llevaría cuestionarse sus propias necesidades.